Vivir en una Comunidad-Luz es donarse y entregarse al prójimo y al grupo; es también vivir la aspiración de unión con los Reinos de la Naturaleza y con Dios, y asimismo es vivir una vida simple.
Al final, ¿qué tiene de hermoso y misterioso una vida simple? Vivir solo con lo necesario y, a veces, con menos que eso: enfrentarse a la carencia, o a lo poco, provoca un movimiento muy interesante en la consciencia de todos nosotros.
Es como si, a partir de lo simple, nuestra consciencia comenzara a utilizar recursos que existen en ella, pero que nunca antes habían despertado. Por eso la creatividad y el corazón van de la mano, porque para satisfacer una necesidad inminente, sin tener todos los recursos ideales, es importante poner allí amor. Nos recuerda a esas escenas familiares en las que nuestros abuelos podían curar una herida en la rodilla con solo un toque, o curar una gripe con solo un tecito.
Si hablamos así, parecería que la vida simple en el campo y en las Comunidades-Luz son solo flores… no estamos excluyendo las dificultades, pero percibimos que es de ellas de donde nace el verdadero bien.
Estar ante un coche atascado, no tener la herramienta perfecta para una reparación, que el portón no funcione correctamente, no disponer de los utensilios de cocina para preparar comida para un gran número de personas, etc., no son momentos fáciles de afrontar, pero siempre se encuentra la manera.
De ahí brota la gratitud sincera de aquel que conoce el valor que tiene cada cosa, desde la más pequeña a la más grande, y todo se vuelve más vivo, más cercano a nosotros.
Se percibe, entonces, que aprender a vivir con poco nos acerca a Dios, a su simplicidad, y nos hace ver cuántos recursos nos da Él en la naturaleza, en la mente y en el corazón, ¡para superar cualquier desafío!
Accede al Canal Oficial de la Comunidade-Luz Nova Terra.
