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Hallar el camino
En el momento actual, el aspirante y el discípulo necesitan poner empeño, cuanto antes, para superar los obstáculos en la trayectoria evolutiva. Delante de una situación que les impida continuar, poco servirá lanzarse contra ella o detenerse apesadumbrados; deben reunir las propias energías y, con inspiración interior, encontrar el modo de trascenderla, intentando hallar el camino.
No hay barrera que no pueda ser vencida
No hay barrera que no pueda ser vencida, no hay oscuridad que no pueda ser traspasada por la luz. Muchas veces sucede que las fuerzas involutivas aprovechándose de las debilidades del peregrino, lo inducen a la ilusión de que es imposible trasponer un obstáculo. Por lo tanto, la determinación de proseguir, debe estar siempre presente en el ser y también la fe de que será amparado y suplido en aquello que no puede realizar con las propias fuerzas.
Lanzarse con valentía a lo desconocido
Si el hombre no llega a desengañarse de las capacidades materiales que posee, no descubre el inmenso potencial que puede fluir por intermedio de su ser interior. Para participar de la existencia en niveles profundos, se debe haber experimentado la desilusión, pues en ella está la posibilidad de apartarse de los vínculos con el mundo y de lanzarse con valentía a lo desconocido.
Es muy común que las personas, incluso aquellas que ya hayan recorrido cierto trayecto del camino espiritual y estén sinceramente buscando la luz, no se liberen de las tendencias y apegos humanos. Se mantienen engañadas imaginándose autosuficientes. Crean una pantalla de nuevos compromisos en sus vidas, pensando con eso que están sirviendo a la obra de la Creación.
Servir únicamente al Supremo
La sabiduría interior procura utilizar todo para el bien, y la misericordia transforma lo que sería un mal en fuente de impulso para el desarrollo de los seres. Sí el individuo está intentando servir únicamente al Supremo y si puede por poco que sea, comprender el perspicaz y disuasivo juego de las fuerzas involutivas, no debe dispersar la energía superior en un trabajo de deshacer y reorientar lo que él mismo podría haber evitado.
La ley espiritual
Ante las situaciones facultativas que son tantas en la vida diaria, la enseñanza presenta la ley espiritual y cósmica; no obstante, la decisión de acatarla corresponderá siempre al mismo peregrino. No se puede avanzar en el camino evolutivo sino se está en sintonía con el destino al cual él conduce y esta sintonía se traduce en una obediencia a los designios superiores expresiones de leyes creadoras.
La vida inmutable también se expresa por medio de leyes. Sin embargo, obedece a una organización distinta de la vida evolutiva, sigue otra dinámica, hasta ahora desconocida por la mayoría de la humanidad.
En el cosmos
Existe en el Cosmos la posibilidad de interpenetración de los universos y de líneas evolutivas. Tal posibilidad está presente en los llamados milagros y en la manifestación de muchos hechos misteriosos, realidades pertenecientes a mundos inmateriales y que se reflejan en el mundo de las formas.
Aquel que, realmente, se entrega al camino del espíritu no espera recompensas ni tampoco busca satisfacciones. Él sabe que la gratitud es el hilo que lo conduce en el oscuro laberinto de la vida humana, que la humildad es la única senda segura para sus pies descalzos y que la silenciosa y ardiente aspiración es la antorcha que será acogida por el fuego de la resplandeciente luz.
La enseñanza es para él la ley, vida y alimento para su alma, fuego de mil luces, la enseñanza resplandece en fulgor y gloria a cada paso que el peregrino da en dirección al encuentro.
Artículo de referencia: Jornal O Tempo, 17 ago. 2008
Nombre del artículo:: A trajetória do peregrino em direção ao encontro (La trayectoria del peregrino en dirección al encuentro)
Audio de Irdin: Conversas com Trigueirinho nº 526
Audio completo en: http://www.irdin.org.br/site/produto/002090/
