El camino
El camino evolutivo se va estrechando a medida que se lo transita y trae pruebas cada vez más sutiles al ser. Cuando se presentan, el caminante puede sentirse agraciado, pues es señal de que será elevado a otro plano de consciencia.
Los que están consiguiendo contactar niveles superiores de consciencia son los que están desenvolviendo el consciente derecho luego de haber entregado el libre albedrío a su propia Alma, a su Yo Superior. Entregar el libre albedrío no significa volverse un autómata en manos de fuerzas extrañas, sino dejar de vivir a ciegas.
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Donación de sí, llave para vivir en el Cosmos
Cuando el hombre hace sus elecciones basado en experiencias que acumuló, no puede saber qué dirección está tomando. Pero cuando entrega su libre albedrío, renuncia a andar a oscuras y da inicio a otro tipo de camino: el del conocimiento de las leyes evolutivas superiores, emanadas del Cosmos, no de la mente humana.
Los que hicieron esa renuncia y aspiran a servir entran en nuevos patrones de conducta, lo que los lleva a usar todo su tiempo (hasta sus horas libres) en beneficio de tareas insertadas en un Plan Evolutivo vasto, que va conociendo gradualmente. La renuncia y el servicio son básicos para que los demás aspectos de ese Plan le sean presentados poco a poco.
Algunos intentan llegar a esa disciplina y aspiración, pero usan su tiempo en beneficio de sí mismos o de aquellos con los que está vinculado por diferentes tipos de lazos terrenos. Uno de los pasos que necesitan dar, según los nuevos patrones planetarios, es ocuparse de manera primordial de servicio incondicional al Plan Evolutivo, independientemente de preferencias por personas, conceptos, dogmas, razas o situaciones.
Libertad interior
Será parte de la nueva vida que se instalará sobre el planeta la entrada del hombre en un estado de energía más pura que le dará más libertad de acción. Esa libertad ya está a disposición de algunos de nosotros y en este momento cíclico ya se pueden encontrar los medios para alcanzarla. Los que optan por ella buscan orientar su vida a través del conocimiento de leyes cósmicas que rigen el Universo.
Como se sabe, las aguas duermen mientras no se las mueve. Análogamente, es necesario darnos el permiso para que nuestra libertad interior despierte y viva no solo en lo profundo del ser, sino que se exprese también externamente.
Leyes Cósmicas
La primera Ley que rige el Cosmos en toda su dimensión y extensión infinita es la Ley del Amor. De ella emanan otras Leyes Cósmicas, como las que gobiernan las galaxias y los planetas. Emanan según el Plan Evolutivo de los Universos, elaborado para que las etapas se desenvuelvan en cada planeta según la coyuntura en que él se encuentra.
«Sois merecedores cuando entregáis algo y, si nada entregáis, menos aún recibiréis». Esta Ley también es aplicable a todos los planos y a todas las escalas evolutivas. Sin ella no podrían regirse ni aplicarse las otras. El Cosmos da cuando existe, en sus hijos, sincera y auténtica entrega.
Si cumplimos la Ley del Amor, la Ley Primera, todo lo demás nos será dado por añadidura. Si con amor aceptamos la Ley de la propia fuerza que nos elevará espiritualmente, ingresaremos en la escalera ascendente que nos aguarda. El Amor todo lo puede.
El Amor todo lo puede
Artículo de O tempo: Es necesario nuestro permiso para que la libertad despierte
Fecha de la publicación: 19/8/18
Texto extraído del libro de Trigueirinho: Patrones de Conducta para la Nueva Humanidad. Ed. Kier
Audio completo en: http://www.irdin.org.br/site/produtos/conversas-com-trigueirinho-no-425/
